El albaricoque es con diferencia una de las mas deliciosas y apreciadas frutas de hueso. Su pequeño tamaño, intenso sabor y facil consumo, hacen que sea dificil comer solo uno.  Pero también, es ideal para preparar deliciosas mermeladas e ingrediente para pasteles y dulces.

El origen de esta fruta es milenario y aunque fue introducido en Europa por los romanos,  su cultivo comenzó  en Asia central hace aproximadamente 3.000 años. Su buena adaptación al clima semi-árido de Murcia y otras regiones de España, favorecen en ellas su cultivo y la buena calidad de sus frutos, aptos para los mas largos tránsitos de transporte.

Las variedades de albaricoque han sufrido un importante proceso de evolución durante las últimas décadas, donde albaricoques tradicionales; en su mayoría de carne blanca y piel amarilla, han sido paulatinamente desplazados en los mercados por variedades con carnes amarilla o naranja, y piel anaranjada. Esta evolución es fruto de un aumento de demanda en las variedades con coloración mas atractiva, que ha llevado a los agricultores, a reestructurar las explotaciones de albaricoque para transformarlas paulatinamente en albaricoques de tipo anaranjado, que hoy representan la mayoría del albaricoque fresco comercializado.